Con tan sólo 15 kilómetros cuadrados, Sabaneta, en Antioquia, es el municipio más pequeño de Colombia. Está ubicado a tan solo 25 minutos de la zona urbana de Medellín.
Y según las proyecciones del Dane, su población es de 54.573 habitantes. Y si por el censo electoral fuera, todos, el 100% de ellos, son mayores de 18 años y están inscritos para votar. Pero no solo eso. Hay, además, otras 16.155 personas que, según las autoridades electorales, también votan en ese pequeño municipio
Sabaneta es solo uno de los casos, el más fuerte de todos, en los que las personas aptas para votar superan la cantidad de habitantes que, oficialmente, reporta el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane).
Y es uno de los focos de alerta por trashumancia electoral y posibles votaciones irregulares que ha lanzado la Misión de observación Electoral (MOE).
Pero además, en ese pequeño municipio confluyen otros datos que deberían alertar a las autoridades: No solo tiene más ‘votantes’ que ‘habitantes’, sino que la tasa de inscripción para estos comicios fue de 224 por cada mil habitantes. Es decir, cuatro desviaciones estándar por encima del promedio nacional.
Y si a eso se suma que en los comicios de 2015 fueron anuladas el 68% de las inscripciones de cédulas, se podría estar ante un municipio en alto riesgo de fraude electoral.
Esos dos indicadores: censo electoral y atípico número de inscripciones para las elecciones regionales de 2019, podrían, según la MOE, mostrar un posible caso de ‘trasteo de votos’.